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lunes, 29 de junio de 2015

Bolardos electrónicos: la historia de las compras irracionales

Buenos días Ricardo, buenos días a todos los que escuchan Start. Esta mañana hablaré de lo irracional que son las compras gubernamentales.

Y me refiero específicamente a unos bolardos automatizados y electrónicos que se instalaron el 19 de mayo en la avenida Hidalgo y la calle Liceo. Justo enfrente de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Y digo que su compra fue irracional por las siguientes características:

Su costo, nos dice la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública en una respuesta vía solicitud de transparencia, fue de dos millones 449 mil pesos.

Y la justificación que dan es que dichos bolardos se instalaron para restringir el paso de vehículos a una zona 30.

¿Es poco o es mucho para una dependencia que maneja cuatro mil 600 millones de pesos? Pues la verdad que es una minucia comparado con lo que facturan. El problema es si esa obra está plenamente justificada.

Foto: Unión Jalisco
Hace un año comenzaron a construir las zonas 30 del Centro Histórico de la Ciudad. El primer reclamo fue el retraso de la obra, que tardó casi dos meses más de lo proyectado en hacer que las calles y las banquetas estuvieran en el mismo nivel.

Pero en el camino nos hemos dado cuenta de lo mal que se planeó. Primero porque le dejaron el estacionamiento VIP a los diputados, que se tardaron otroooos dos meses en renunciar a ellos.

La segunda fue que a los de la SIOP se les olvidó meter unos registros de electricidad y tuvieron que abrir las banquetas en dos ocasiones. Todo con cargo al erario.

Y ahora estos bolardos, que me parece lo más irracional de todo.

Las zonas 30 se llaman zonas 30 porque permiten a los vehículos circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. En principio, los bolardos intentan hacer peatonal una vialidad que conecta el Centro con la zona Oriente de la ciudad.

A esto hay que agregar que son bolardos supuestamente inteligentes. Hay una cámara que lee las placas de los vehículos y sólo permitiría pasar camiones y vehículos de emergencia. ¿Pero qué pasa si se descomponen o se apagan, por falta de luz a causa de las lluvias? ¿Hay que pagarle a una persona que esté de planta, para que como cadenero de antro, restrinja o ceda el paso? 

Si vemos fotografías o incluso un mapa de la zona, veremos otra irracionalidad. Cancela el paso en avenida Hidalgo, de Juárez a Liceo. Pero no cancela la vuelta a la derecha de Liceo hacía Hidalgo.

¿Entonces para qué gastar dos millones y medio de pesos en eso? ¿No estaría mejor gastar ese dinero en socializar entre peatones y automovilistas que las zonas 30 sirven para convivencia? ¿Y si ese dinero se hubiera gastado mejor en decirle al peatón que uno debe cruzarse por las esquinas y no por donde me da la gana?

No sé, son piensos que me dejan el ver cómo se gasta el dinero irracionalmente. Hasta aquí mi comentario. 

Buenos días

Chequemos el dato

lunes, 22 de junio de 2015

Uber Guadalajara es más barato que un taxi. ¿Vale la pena en una visión de ciudad?

Buenos días Ricardo, y a todos los radioescuchas.

Hoy vamos a hablar del servicio de transporte que ofrece Uber, una empresa que el próximo cuatro de julio cumplirá un año de haber llegado a Guadalajara.

¿Realidad o mito que sea más barato que un taxi? Es una realidad. De acuerdo con las tarifas publicadas por la empresa y con tarifas impuestas por el gobierno a los taxis, podemos decir que sí, Uber es mucho más barato que un taxi.

A la hora de hacer cuentas, podemos resumir que Uber cobra casi 40% más barato por kilómetro recorrido, y aunque también se cobra el tiempo y el banderazo, eso es relativamente parecido a la tarifa de un taxi convencional.


Además, acá no hay que batallarle para que usen el taxímetro porque todo es virtual, y si se equivocan de ruta, pues reclamas y te pueden reducir el costo o incluso regresar dinero.
Para muestra un botón. Con los cotizadores virtuales que hay, pudimos comprobar que un taxi convencional que te lleve de La Minerva al Auditorio Telmex cobraría entre los 120 y 130 pesos. Mientras que un Uber, en un auto más nuevo y cómodo, sería de 82 a 107 pesos.

Eso sí, Uber tiene una trampa que se llama tarifas dinámicas. Cuando la demanda supera la capacidad de autos disponibles, la tarifa se multiplica de manera exponencial. Un viaje podría doblar o triplicar su costo original en algunos casos. Por eso hay que tener cuidado.

Ok, ya comprobamos que es más barato. ¿Pero vale la pena este servicio en nuestra ciudad? Y no hablo de una necesaria regulación del Estado, por mera cuestión de seguridad del usuario y de los choferes. Hablo del caos vial que ya vivimos.

En avenida Américas y en López Mateos, ya hay publicidad afuera de agencias de automóviles, donde se otorgan créditos sencillos para quienes quieren invertir en un carro para ponerlo a trabajar en Uber.


De acuerdo con los datos que nos ofrece la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado, al terminar este día habrá 300 automóviles más que el domingo en las calles de Jalisco. Y mañana otros 300, y el miércoles otros 300 y así sucesivamente.

Tenemos el índice de motorización más elevado en todo México. En Jalisco había tres millones 206 mil autos hasta febrero pasado.

Casi un auto por cada dos personas.

¿Qué hacemos con todos ellos? La regulación que necesita Uber no sólo debería de verse desde una lógica de mercado, donde los precios manden. Hay que verlo también con una lógica de ciudad, de sustentabilidad: ¿dónde los estacionamos, qué combustible les ponemos, cómo nos movemos, qué alternativas debe haber de transporte público masivo?

Si sólo vemos el impacto económico, lo más seguro es que vamos a repetir la historia: seguiremos construyendo una ciudad para el auto y no para las personas.

Toda esta información, las tablas comparativas y los enlaces de la información pública, los encuentran en chequemoseldato.blogspot.com.

Hasta aquí mi comentario de esta semana, Ricardo. Muchas gracias.






Costos de las tarifas del servicio de transporte público privado
TaxiUberDiferencia %
Banderazo$8.50 $8.25 3%
Km recorrido$6.45 $3.95 39%
Caída$1.43 No tieneNo tiene
Tiempo (min)$2.28 $2.15 6%
Tarifa mínima No tiene$35.00 No hay referencia
Fuente: Uber Gdl y Periódico oficial del Estado
*Se tomaron en cuenta los costos de Uber X y la modalidad de tarifa diurna de taxis en la Zona Metropolitana de Guadalajara


Guadalajara creció 50% su índice de motorización


lunes, 15 de junio de 2015

Futbol, violencia y dinero en el Estadio Jalisco

Hola, muy buenos días a todos los radioescuchas de Radio Universidad.

Primero que nada, muchas gracias por escuchar este comentario. Les cuento que cada semana vamos a hablar de datos, aquellas cifras que a veces no podemos dimensionar en una nota o texto, pero que son indispensables para entender nuestro entorno.

Cada lunes, aquí en Start, checaremos el dato de muchas cosas que podrían sorprendernos y otras que nos ayuden a explicar un fenómeno. Este mismo comentario se publicará en un blog llamado chequemoseldato.blogspot.com donde podrán ver las fuentes primarias de la información que aquí se dé a conocer.

En esa página van a poder encontrar los documentos donde ustedes podrán jugar, verificar, cuestionar y hacer con los datos lo que mejor les convenga. Y claro, toda esta información es conseguida gracias a nuestro derecho a la información, a la transparencia y la rendición de cuentas que debemos hacer cumplir a los gobernantes.

Foto: La Afición
En primer lugar vamos a hablar de futbol, violencia, multas y desmadre en el Estadio Jalisco. ¿Sabía usted que es 10 veces más barato que 12 barristas se brinquen a la cancha a agredir a jugadores, a que un par de aficionados le peguen a un policía en las gradas del mismo inmueble? 

En un par de eventos casi idénticos, pero con un año de diferencia, el Ayuntamiento de Guadalajara decidió multar al Club Atlas, primero con dos millones 284 mil pesos porque unos barristas de Chivas golpearon a policías en la parte alta del inmueble de la Calzada Independencia.

Un año después, en un juego de liguilla de apenas hace un mes, la multa fue 10 veces menor: 268 mil pesos, porque unos chavos frustrados por la goliza que recibía su equipo, se brincaron de las gradas a la cancha para agredir a los jugadores de su propio equipo.

La gente se preguntara por qué la diferencia es tanta. Y la posible respuesta se advierte en el concepto de la multa. Mientras que 2014 se acusa de faltas de medidas de seguridad, en 2015 no hubo violencia, sólo obstrucción de pasillos.

Así de ridículo.

Cabe preguntarnos por qué una autoridad mide con varas distintas a hechos que son parecidos y que de fondo tiene que ver con que los equipos mantienen y subsidian a estos grupos de aficionados. ¿A qué grado es responsable el Ayuntamiento de permitir esto? ¿Por qué un evento deportivo, que es más espectáculo que competencia deportiva, debería de preocuparnos a todos?

El problema es más grave aún si empezamos a oler la posible corrupción. Ahí va otro dato. En la administración Alfonso Petersen Farah se detuvieron a 240 personas por reventa de boletos. Tres años después, con Aristóteles como alcalde, la cifra bajó a 130. En la administración de Ramiro Hernández no llegamos ni a los 60 revendedores llevados a los separos de la justicia municipal.

En seis años somos cuatro veces más impunes para castigar este delito. ¿Les cae que se acabó la reventa en el Estadio Jalisco? No lo creo. Porque hay que recordar que en el último año hubo el doble de juegos de primera división en el Coloso de la Calzada Independencia, con la llegada de los Leones Negros de la UdeG.

Y empiezan las preguntas ¿La autoridad sólo se pone las pilas
cuando las televisoras sacan imágenes de ensangrentados rodando por las tribunas del Estadio? ¿Están preocupados por prevenir delitos o por manejar los daños sólo cuando el problema ya lo tienen en las narices? ¿Cuántos recursos humanos y económicos son distraídos para contener a grupos de afición de los cuales, los dueños de los clubes deportivos, no se quieren deshacer?

En el blog chequemoseldato.blogspot.com van a encontrar ocho páginas de todos los detenidos por los distintos delitos que se configuraron desde 2007 a la fecha. La violencia en los estadios no sólo cuesta sangre y chipotes, también deja una derrama económica millonaria a un Ayuntamiento que vive en quiebra técnica cuando sólo tiene dos de cada 10 pesos para operar, y los otros ocho los tiene comprometidos en pago de deuda y en nómina.

¿A qué le apuesta el Ayuntamiento? ¿Cuánto dinero se mueve por permitir violencia y reventa en el Estadio Jalisco? 

Hasta aquí mi primer comentario, nos escuchamos la siguiente semana. Ah, por cierto, dentro de las multas que se han puesto en el Estadio Jalisco, hay una empresa cervecera que debe dos 500 de multa desde 2011. Ojalá que pague pronto, antes de que se meta el Sol.

Aquí tienes los datos. Da Click