Buenos días, Ricardo. Gracias a quienes nos escuchan esta
mañana.
Se acerca el día mundial sin autos, y es por eso daré cinco
datos de por qué este 22 de septiembre es necesario bajarnos del auto y vivir
nuestra ciudad arriba del transporte público, la bicicleta o transitarla en
nuestros pies.
1.- Hasta el mes de febrero pasado, en Jalisco había tres
millones 206 mil autos. Tenemos el índice de motorización más alto de México, un
auto por cada dos personas. Los
gobiernos municipales y el estatal le han invertido más de 15 mil millones de
pesos a obras públicas destinadas al auto en la última década, sin que haya
remedio al trafical.
2.- De esos casi tres millones de autos, menos de 500 son eléctricos.
El número exacto son 418 repartidos en Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, El
Salto, Tonalá y Tlaquepaque. Tan sólo en el municipio de Guadalajara hay cuatro
mil autos que utilizan la combustión de la gasolina por cada automóvil que usa
electricidad para moverse. Tenemos la tecnología para contaminar menos, pero no
la utilizamos.
3.- Los gobiernos municipales de la zona Metropolitana de
Guadalajara tienen, en conjunto, 11 mil 840 automóviles en sus oficinas. Mientras
que el Gobierno del Estado tiene, junto con sus Organismos Públicos
Descentralizados, tienen más de cinco mil autos en áreas administrativas.
¿Cuántos vehículos que no sean de emergencia, podrían dejarse estacionados este
martes para darle un respiro a la ciudad?
4.-Mientras se construye la línea 3 del Tren Ligero, la zona
metropolitana de Guadalajara ya perdió dos mil 200 árboles que fueron
derribados, y un total de tres mil 600 serán los árboles dañados. ¿La consecuencia?
De acuerdo con un estudio del 2010, en la ciudad se incrementaron los promedios
de la temperatura en tres grados. En la década de los setenta, el promedio era
de 19 grados. Mientras que en los noventa y principios del siglo fue de 22
grados.
5.- La velocidad del automóvil en Guadalajara para este año se calculó en 11.3 kilómetros por hora. La velocidad ha decrecido a más de la mitad en
menos de 15 años. En el año 2000 la velocidad era de 24 kilómetros por hora en
promedio. Convertir la ciudad en un gran estacionamiento ya no suena tan
descabellado.
Es por eso que vale la pena recordar la importancia de un
día sin auto. Más allá de las fotos de los políticos en camión o en bici, a
esta ciudad le faltan más ciudadanos, voces críticas y propositivas que
discutan la ciudad que nos imaginamos a mediano plazo.
Comenzamos tarde con los programas de bici pública, perdimos
oportunidades con la ampliación del Macrobús, y la tercera línea del tren
ligero se construye dos décadas después de lo planeado. Hay que preguntarnos,
discutir y acelerar para que nuestra ciudad sea otra vez nuestra y ya no más
del automóvil.
Hagamos de este reto una costumbre. Buenos días
No hay comentarios.:
Publicar un comentario