Hola, Ricardo. Buenos días a toda la gente que se despierta
escuchando Start. Hoy vamos a hablar de la complejidad vivir y medir la ciudad,
a partir de un estudio que se presentó la semana pasada sobre territorio y
población en la ciudad.
En un análisis que hizo el Instituto Metropolitano de
Planeación, lo único que comprueba es que nos urge tomar decisiones.
En esta ocasión quiero resaltar la complejidad de estudiar
la ciudad. El Imeplan se tardó 15 meses en publicar su primer diagnóstico sobre
la ciudad. Y en él descubrimos el reto que significa planear y ejecutar acciones
para darle servicios a un millón 100 mil personas que llegan todos los días a
trabajar a la ciudad, que se suman al millón 400 mil ciudadanos que viven y
duermen en Guadalajara.
Si usted me está escuchando en su vehículo o medio de
transporte, proviene de las zonas conurbadas de la ciudad, y todos los días trabaja
o estudia dentro del periférico, seguro entiende de lo que le hablo. A veces
tardamos más en transportarnos que en comer o convivir con nuestra familia.
Imeplan 2015 |
El problema de fondo es que la poca vivienda disponible que
existe en el centro de la ciudad es vieja, insegura y cara. Para poner en
contexto: De acuerdo con los datos del Ayuntamiento tapatío, mientras que en colonias populares de la periferia
el metro cuadrado cuesta unos tres mil 500 pesos, en el Centro tapatío el
promedio de costo es de ocho a 10 mil pesos.
Vivir en el primer cuadro de la ciudad debería de ser lo
mejor, porque es lo conectado y cuenta con todos los servicios. Pero no es así.
Los datos de la policía tapatía nos indican que siete de las
20 colonias más peligrosas del municipio están en el polígono del centro
histórico. Para saber: la colonia Centro,
San Juan de Dios, La Perla, Analco, la Americana, La Moderna y el Retiro son
las colonias que están en este listado que le da al traste a los proyectos de
redensificación de la ciudad.
Pero hablaba al principio de la complejidad de medir la ciudad porque en Guadalajara
debemos agregar una variable que se mide muy poco en asuntos urbanos: el peso
del narcotráfico en la industria inmobiliaria. ¿Qué es lo que hace que más de
la mitad de los edificios de la zona de Andares estén completamente vendidos
pero desocupados? El blanqueo de fondos.
En una nota que publicó Reporte Indigo apenas la semana
pasada, se da cuenta de que el Departamento del Tesoro estadounidense y su
Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC) han boletinado por lo menos
a nueve empresas que operan en Jalisco, muchas de ellas en el ramo
inmobiliario. Aquí es muy poco lo que sabemos los tapatíos y mucho lo que
padecemos.
Sin embargo, volviendo al estudio que nos entrega el Imeplan,
debemos decir que apenas es un primer paso para tomar decisiones con bases científicas
y mediables. Ahora le toca a los políticos que llegarán este jueves a la silla municipal
decidir qué es lo que quieren hacer el corto plazo con nosotros.
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