Qué tal, Ricardo. Muy buenos días. Esta mañana hablaremos del fracaso del programa Salvando Vidas, un programa que tenía como objetivo la reducción de las muertes por accidentes viales donde se ven inmiscuidos el alcohol y el volante.
El programa inició el 14 de noviembre de 2013, en un evento realizado en las instalaciones del Centro Urbano de Retención Vial por Alcoholimetría, el CURVA en Zapopan.
Ahí, el gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval se fijó una meta de reducir 35% las víctimas por borrachazos.
¿Qué ha pasado desde entonces? Lo que parecía un acierto del gobierno se ha transformado en un fracaso. Los datos son los siguientes.
1.- En el primer año completo del operativo, cerramos el año con 109 muertos con positivo en alcoholemia. Pero apenas en septiembre pasado ya rebasamos la cifra y contabilizábamos 114 decesos por muertes por alcohol.
2.- Es mentira que el Torito opere toda la semana, como se anunció en junio pasado. En una revisión que hicimos a las bitácoras de servicio, comprobamos que tan sólo en el mes de octubre no hubo puestos de control los días 4,5,6, 11, 12, 13, 18, 19 y 20 de octubre. Estos días corresponden a los domingos, lunes y martes de cada semana.
3.- Las unidades itinerantes dan pocos resultados. En junio pasado se anunció que, como muchos borrachitos al volante le sacaban la vuelta a los retenes, habría unidades itinerantes para cazarlos. ¿Cuál es el resultado? Sólo cinco de cada 100 pruebas que realizan resultan positivas. Se comprueba que persigue sin estrategia.
4.- El programa ha sido víctima de la grilla institucional del Gobierno del Estado. En menos de dos años, de ser el programa emblema de la administración, ha tenido que cambiar de director y las famosas toritas ahora son utilizadas para todas las actividades de la dependencia: igual reparten folletos para el desvío de rutas de transporte público, que sirven de gestoras y controladoras del tráfico citadino.
5.-El quinto dato es que lo peor está por venir. Los ciudadanos no hemos aprendido a soltar el volante cuando tomamos, sea poco o sea mucho. No entendemos que un automóvil es un arma con el que se puede acabar la vida de las personas. Y digo que lo peor está por venir porque, aunque ya rebasamos el récord del año pasado, el mes de diciembre incrementa hasta en un 35% los accidentes viales por alcohol.
Ojalá que el programa Salvando Vidas retome el rumbo próximamente. Es un programa con un objetivo noble y necesario. No hay una copa, cerveza o trago que valga una vida. Y ojalá que eso lo entendamos todos.
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